Que los procesos de selección están cambiando no es nada nuevo. Pero ¿cómo lo están haciendo? Preguntas sobre sueldo o el currículo están quedando obsoletas, pues la moda es plantear problemas extraños que, aunque parezca que no tienen sentido, pueden ser extremadamente reveladores.
Llega la primera pregunta: ¿Cuánto pesa el Empire State Building?
Las grandes firmas están realizando ahora preguntas más duras que nunca y que sorprenden al aspirante más preparado. No tienen nada que ver con la experiencia laboral anterior o con el relato de las aspiraciones profesionales. Lejos de eso, se plantean problemas sin aparente contestación inmediata.
El objetivo del entrevistador con preguntas extrañas o excéntricas no es intentar engañar a una persona, sino descubrir cualidades que no se pueden determinar a partir de un currículo o dos minutos de conversación.
La salida a esta pregunta sería pensar en voz alta e intentar decir algo coherente. Es el uso de la aproximación o lo que algunos llaman guesstimating. Son también denominados problemas de Fermi, por el físico Enrico Fermi, famoso por ser capaz de hacer estimaciones con pocos o ningún dato real ante preguntas que parecen imposibles.
Pero es sólo una de las tácticas de los entrevistadores que pueden perseguir tres objetivos: examinar la resolución de problemas y la creatividad del aspirante, evaluar su proceso de pensamiento o comprobar el potencial ajuste a la cultura de una firma.
Las preguntas
– ¿Quién ganaría una pelea entre Spiderman y Batman? Con esta pregunta, se evalúa la capacidad de ponerse en contexto. No es lo mismo si la pelea es un tejado (lo que da ventaja a Spiderman) o en una cueva.
– ¿Cómo meter una jirafa en una nevera? Examinar el contexto y la creatividad. Importa el tamaño de la nevera, el estado del animal…
– ¿Qué haría si fuera uno de los supervivientes de un accidente aéreo? Respuestas posibles pasan por preguntar por el resto de pasajeros (trabajo en equipo) o por recursos cercanos. Se comprueba así cómo piensa un candidato ante una emergencia.
– ¿Cómo descargar un 747 lleno de caramelos? El objetivo es medir la habilidad de gestión de un aspirante, que puede interesarse por la maquinaria disponible, el presupuesto, el plazo…
– ¿Cuántos usos puede darse a un limón? Es la cuestión que planteó una escuela de vuelo a los potenciales pilotos. La meta era evaluar la creatividad e imaginación ante situaciones de alarma.
– ¿Cuántas personas salieron volando de Chicago el año pasado? Similar a la incógnita sobre el Empire, se intenta que el aspirante muestre su capacidad de hacer estimaciones y pensar de forma creativa. Aunque no hace falta ser un genio, pues «cero» es una posible respuesta: la gente no vuela, lo hacen los aviones.
– ¿Cuál es su princesa de Disney preferida? Es similar a la pregunta musical: cada dama representa una personalidad. No es lo mismo identificarse con la servil Cenicienta que con la independiente Rapunzel.
– ¿Cómo encontrar una aguja en un pajar? ¿Respuestas posibles de entendidos en estas cuestiones? Quemar la paja para que sólo quede la aguja…
vía: expansion.com
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