Según algunos estudios, los mayores desafíos de los ejecutivos de RRHH en los próximos 10 años serán:
1. Retener y premiar a los mejores empleados (59%)
2. El desarrollo de la próxima generación de líderes empresariales (52%)
3. La creación de una cultura empresarial que atraiga a los mejores empleados (36%)
Retos con foco en:
1. Compromiso (“engagement”) del empleado.
2. Liderazgo.
3. Cultura para atraer candidatos.
Y curiosamente los tres: la base fundamental de cualquier estrategia de Employer Branding.
¿Será el Employer Branding el mayor desafío para las organizaciones?
Podemos pensar que tenemos retos mucho más importantes dada la actual situación económica, pero no nos engañemos, es precisamente ahora cuando más necesitamos:
– El compromiso real y auténtico de nuestros mejores empleados.
– Un liderazgo que contagie optimismo y confianza.
– Una cultura que nos haga sentir únicos y especiales.
Además con el nuevo entorno digital, Internet, las Redes Sociales, la web 2.0… estos desafíos se vuelven más urgentes y complicados. Empleados, candidatos, clientes… están conectados y ahora las organizaciones son mucho más vulnerables.
El cómo es nuestra empresa, cómo son nuestros empleados, quiénes son nuestros líderes y cómo se comportan…ya no queda encerrado, dirigido y protegido entre nuestras paredes. Se percibe fuera en las Redes Sociales y nuestra Reputación Digital es la que conforma actualmente nuestra imagen como empleadores.
Ahora será imposible conseguir una adecuada y atractiva reputación digital si primero no abordamos nuestra realidad interna.
¿Qué debemos preguntarnos?
Comparto las preguntas claves que recomendamos habitualmente desde Íncipy , antes de diseñar o implementar una estrategia de Employer Branding:
1. Las políticas de compensación y beneficios, planes de desarrollo…¿son valoradas por nuestros empleados?, ¿son movilizadores del compromiso?, ¿hay realmente un sentimiento o espíritu de “este es el lugar en el que quiero trabajar”?
2. Los estudios de Clima nos ayudan a saber cómo están nuestras personas, pero… ¿sabemos realmente que quieren nuestros empleados y qué les gusta de trabajar con nosotros?
3. Tenemos premios, certificaciones como empresas saludables, comprometidas, estamos en rankings de “best place to work”, pero… ¿se sienten orgullosos nuestros empleados?, ¿son un valor diferencial para los candidatos?
4. Queremos innovar y adaptarnos a los nuevos entornos digitales, pero… ¿estamos dispuestos a convertirnos en empresas más abiertas, menos burocráticas, más horizontales y más conectadas?
5. La cultura, los valores que definimos en su día…¿están en el ADN de la organización? ¿Se sienten los empleados identificados con ellos? ¿Qué se percibe en Internet y en las redes sociales?
6. Queremos que nuestros empleados sean nuestros mejores embajadores en las redes sociales. ¿Les estamos guiando, ayudando, formando, involucrando en nuestras estrategias?
7. ¿Está alineada nuestra marca producto/corporativa con la marca como empleadores?. ¿Tenemos estrategias coordinadas?
En este nuevo entorno digital, necesitaremos más que nunca empresas reales, con alma, empleados “fans”, comprometidos y orgullosos, con líderes visibles, cercanos y transparentes.
Y aunque parezca una utopía: sólo las empresas que consigan esta fuerza interna serán capaces de mantenerse, crecer y ser competitivas.
viamujeresconsejeras
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