Un 1,9% de subida de sueldo es una cifra que permite ver el vaso medio lleno o medio vacío. Ese 1,9% es lo que vaticina que subirán los sueldos el Estudio General de Compensación Total Mercer 2015, y la buena noticia es que mejora el 1,7% que la misma fuente calculaba para el año en curso. La mala noticia, el vaso medio vacío, es que es una cifra bastante modesta comparada con los países de nuestro entorno: iguala con Portugal y supera a Grecia (1,6%), pero queda por debajo de Alemania (donde los aumentos de salarios serán más altos, de un 2,9%), Reino Unido (2,8%), Italia (2,5%) y Francia (2,2%).
La consultora ha llegado a estas conclusiones tras analizar las prácticas y políticas retributivas de más de 340 compañías, con información retributiva concreta de más de 730 puestos, «en una muestra amplia y heterogénea del mercado», según informa en un comunicado. Mercer analiza las retribuciones en un sentido amplio, teniendo en cuenta todos los beneficios que la empresa puede ofrecer para tratar de retener a sus empleados. Destaca el aumento de los planes de retribución flexible, que en 2006 eran casi una rareza (sólo los tenían el 12% de las compañías) y en 2015 forman parte del ‘pack’ retributivo del 44% de las compañías. Pero no ha sido un crecimiento lineal: «La implantación de nuevos sistemas de retribución flexible se ralentizó levemente en 2014 tras la publicación del Real Decreto 16/ 2013 sobre cotizaciones a la Seguridad Social, por la incertidumbre de que ocurriese lo mismo a nivel fiscal, lo cual finalmente no ha ocurrido», destaca Rafael Barrilero, socio de Mercer. Los beneficios más demandados siguen siendo el seguro médico y ayuda para comida y se consolidan las ayudas para guardería y el cheque transporte. Barrilero también destaca el crecimiento de los seguros de salud, del 56% en 2006 al 71% en 2015, lo que explica por la combinación de su bajo coste para la empresa y su alto valor para los empleados.
Del informe de Mercer se concluye que la mejora de la situación económica se traduce en los salarios, pero con poca alegría: un 1,9% de subida no es para tirar cohetes. Sin embargo, sí hay otras señales que trasladan más claramente que lo peor de la crisis ha pasado: el absentismo ha crecido en sólo un año un 33%, de los seis días de 2014 a los nueve de 2015. El miedo a perder el empleo ya no ejerce de imán hacia la oficina.
Vía:Expansion.com
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