Ahora que has conseguido un ascenso, tu carrera profesional se centra en ejercer como líder de un equipo de trabajo, teniendo como objetivo obtener los mejores resultados mientras tratas de aprovechar al máximo el potencial de cada uno de los miembros de tu equipo.
Esta es una parte de tu misión, ya que, en ocasiones, también tendrás que sortear algunos obstáculos, fruto de tu posición de nexo entre los altos directivos y los recursos humanos que forman parte de tu departamento.
Al principio, puede parecer un poco complicado cumplir con ambas partes. Por ello, te facilitamos a continuación unas pautas para que te resulte más sencillo:
Haz que tu equipo de trabajo sea emocionalmente inteligente. Tu puesto te permite tener una relación directa con los miembros de tu equipo de trabajo, y, por tanto, crear un equipo en el que primen la participación y la colaboración entre ellos y contigo, así como generar un clima en el que la toma de decisiones sea más creativa. Todo ello será beneficioso en el entorno y redundará en la productividad.
Haz de la comunicación tu principal fuerza. Comunicar de forma eficaz es una tarea más compleja de lo que puede parecer a priori; buena muestra de ello son los conflictos que surgen en el entorno laboral, ya sea por los malentendidos o por la falta de comunicación entre superiores y subordinados. Escucha activa, activación de canales de comunicación y empatía serán algunas de las herramientas que podrás emplear.
Asertividad. Aprende a ser más asertivo a la hora de expresar tus opiniones y decisiones, tanto con tus subordinados como con los directivos que están en un escalafón superior sin el temor de desagradarles. El poder expresar tu visión y criterio de una forma directa, clara y constructiva es otra vía para afianzar y legitimar tu cargo y la idoneidad de que lo ostentes.
vía: RRHHpress.com
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