El mundo laboral está cambiando rápidamente con motivo de los avances tecnológicos y culturales. Entender estos cambios y, sobre todo, gestionarlos es el principal reto de las empresas. Los cambios en la tecnología, la cultura y la economía están modificando la manera de trabajar de las personas a nivel mundial.
Cinco son las transformaciones que están sucediendo en el mundo laboral, impulsadas mayormente por la propia fuerza laboral, los empleados:
– Flexibilidad del lugar de trabajo
– Acceso al aprendizaje online
– Mayor autonomía
– Estabilidad y seguridad laboral
– La posibilidad de trabajar en proyectos que hagan sentirse realizado al empleado
El estudio revela que las empresas más dispuestas a adaptarse a las tendencias específicas del puesto de trabajo son las que se definen como corporaciones multinacionales, las empresas con menos de 20 años de recorrido y las ubicadas en Asia-Pacífico.
Los trabajadores pasan en la actualidad un 60% de su jornada laboral reunidos o colaborando con otros, y el 40% de los puestos operativos están vacíos a cualquier hora del día debido al trabajo remoto, la flexibilidad laboral y el auge del trabajo colaborativo.
Actualmente, hemos pasado de sentarnos en el mismo puesto de trabajo cada día, durante toda la jornada laboral, a una forma de trabajar autónoma en cuanto a espacio y tiempo, porque la tecnología nos permite trabajar hoy desde cualquier lugar y en cualquier momento.
Modelo tradicional obsoleto
Las nuevas dinámicas de trabajo están revolucionando el diseño de oficinas, hasta el punto de que el modelo tradicional, caracterizado por la fórmula 1 trabajador = 1 puesto de trabajo asignado y por despachos cerrados y jerarquizados, ha quedado obsoleto.
El número de despachos disminuye drásticamente. Al mismo tiempo, las zonas de interacción son los espacios que más se están demandando en los diseños de las oficinas actuales, y su protagonismo va en aumento. De hecho, el office, las zonas comunes y los espacios de reunión juntos representan solo un 20% del espacio.
Más espacio colaborativo
Ahora, en la oficina el espacio reservado a las áreas colaborativas asciende hasta el 65%. No solo aumenta el número de metros cuadrados compartidos en la oficina, sino que, además, su diseño también se está transformando con la irrupción de nuevas tipologías de entornos y elementos hasta hace poco inusuales en la oficina: espacios informales, zonas de relax, etc.
Los programas de incentivos y reconocimiento diseñados con rigor consiguen que los equipos logren ventas un 50 % más altas y beneficios hasta un 27 % superiores a la media de su sector. Sin embargo, cuando se pone en marcha un programa de incentivos, ya sea externo o interno, en una empresa, no es fácil decidir qué regalos incluir.
Los regalos relacionados con la tecnología, el turismo y el ocio son los que nunca deberían faltar en un programa de incentivos. En cambio, los regalos relacionados con los niños –juguetes, productos como vigilabebés o ropa infantil–, son los menos motivadores, mientras que los relacionados con los deportes y el hogar también están entre los top 4.
Tablets. Entre los hombres, los regalos relacionados con la tecnología son los que aparecen en primer lugar, sobre todo tabletas y ordenadores. En tercer lugar, las videoconsolas para los más jóvenes, mientras que los hombres entre 25 y 54 años prefieren los móviles de última generación, y los mayores de 55 años material relacionado con la fotografía.
Las mujeres también eligen las tabletas como mejor incentivo tecnológico, aunque en segundo lugar prefieren los móviles o los libros electrónicos y ya en el tercer puesto optan por los ordenadores.
Escapadas cortas. Si se habla de turismo, tanto a hombres como a mujeres les motiva más una escapada corta que un paquete vacacional. Esta diferencia se acrecienta con la edad. Así, un 77,5 % de las mujeres y un 76,9 % de los hombres mayores de 55 años prefieren una escapada, frente a solo un 22,5 % y un 33 %, respectivamente, que prefiere unas vacaciones.
Experiencias y espectáculos. La oferta de ocio es una de las que más gusta. En ambos casos, son las entradas a espectáculos las favoritas, seguidas a bastante distancia por las ya famosas cajas de experiencias. Las suscripciones a revistas no resultan apenas interesantes ni para unos ni para otros.
La crisis económica ha originado importantes reajustes en el seno de las compañías, y con ellos han llegado serios sacrificios que han hecho mella en la estructura organizacional. El coaching, mentoring y otras técnicas de entrenamiento para los profesionales han ayudado, sin duda, a reducir este impacto. Pero tras varios años de vigencia, muchas de estas herramientas han quedado desfasadas e, incluso, desprestigiadas.
El mundo del coaching es relativamente reciente y está renovándose constantemente, pero en muchas ocasiones no se ha sabido llegar a esta necesaria innovación. Durante estos años, los profesionales de la dirección de personas han abusado de técnicas y de mensajes que, quizá antes valían, pero que ya se han quedado atrasados.
De hecho, este es uno de los principales problemas que ha calado en este sector. El coaching ha sido entendido como una herramienta con la que animar y motivar, pero se nos ha olvidado que hay ocasiones en las que es imposible hacerlo, porque las cosas van mal y la situación es complicada. Por eso, es necesario que estos profesionales se encarguen, también, de hacer entender que si una situación es adversa, hay que aprender a aceptarla.
El abuso de este tipo de técnicas son las que han dañado la imagen del sector. Por eso, cada vez la imagen se ha tornado a entrenadores y menos coaches. El cliente quiere que le digamos qué vamos a hacer y cómo vamos a conseguirlo. Y no venderle humo.
Por eso, lo mejor que pueden hacer los directivos de recursos humanos y los profesionales dedicados al entrenamiento de personas, es especializarse, y así ser realmente útiles en las compañías. Además, solo así se harán realmente irremplazables para las organizaciones, porque aunque las profesiones y los problemas cambien y sean totalmente variopintos, las competencias permanecen.
El compromiso de los trabajadores con la empresa es fundamental para el rendimiento de la misma. Si bien hay que estar alerta ante signos de falta de vinculación con la empresa o de desmotivación, en un inicio no hay que alarmarse excesivamente, pues es algo que tiene solución. Sin embargo, es necesario ser observador y actuar con rapidez, sin aletargarlo mucho en el tiempo.
Los empleados necesitan ser inspirados por parte de la empresa. Estos 5 consejos muy fáciles de aplicar pueden mantener al trabajador comprometido.
1. Crear una visión inspiradora
Como jefe de la organización es fundamental pintar una imagen inspiradora de
hacia dónde se dirige la organización. Una visión efectiva se divide en dos partes: la ideología central y el futuro previsto. La ideología central es el carácter duradero del negocio, lo que mantiene unido las diferentes partes de la empresa formada por la misión, la visión y los valores empresariales. El futuro previsto está conformado por todos aquellos objetivos empresariales que entusiasman a las personas a formar parte de la empresa.
La productividad de cada persona no es algo innato, pero sí se puede ‘entrenar’. Sólo basta con tener claros algunos puntos de vista y formas de pensar que luego deberán, obviamente, ponerse en práctica.
De la mano de dos autores expertos en el alto rendimiento, detallamos 10 puntos para ser una persona altamente productiva:
1. Centrarse en lo importante: establecer objetivos claros, además de una visión de aquello que quieren lograr a largo plazo. Por eso, se centran en lo que resulta más importante.
2. Diferenciar lo importante de lo urgente: lo urgente viene marcado por alguien que espera una respuesta inmediata. El problema está en que si perdemos el tiempo luchando contra cuestiones urgentes sin importancia, nos perdemos los verdaderos asuntos que tenemos que solventar.
3. Planear sus días: es necesario ser muy meticuloso en la planificación de las tareas pendientes y el establecimiento de objetivos. Por lo que, por ejemplo, cuando se asiste a una reunión, uno debe tener muy claro los objetivos de la misma para asegurar que la cita resulte un éxito.
4. Saber encontrar lo que necesitas cuando lo necesitas: tener un sistema que te permita encontrar los archivos y la información que necesitas justo en el momento que la requieras es indispensable en personas con un alto rendimiento.
5. Fijar rutinas: hay que fijar rutinas vinculadas a actividades mundanas como la ropa o el desayuno. De esta manera, se evita perder tiempo preguntándose uno mismo qué ponerse o qué comer.
6. Hacer las cosas que no queremos hacer: dejar de aplazar constantemente todo aquello que no queremos o no nos apetece hacer es esencial para el alto rendimiento.
7. No ser perfeccionistas: el perfeccionismo no es alcanzable y únicamente suele darse al empezar grandes proyectos desafiantes. Por eso, evitar el perfeccionismo extremo contribuye positivamente en la productividad de la persona.
8. Dejar huecos en el horario: dejar espacios entre reuniones, por ejemplo, es importante porque siempre puede suceder que la misma se alargue. Por lo tanto, tener un horario muy forzado puede terminar por minar la productividad.
9. Realizar múltiples tareas con prudencia: la multitarea es esencial en las personas productivas, pero cuidando como se emparejan las actividades. Las tareas que se realizan simultáneamente deben ser complementarias.
10. Trabajar estratégicamente: dejar de hacer aquellas actividades con las que no vale la pena perder el tiempo o delegar si es necesario alguna de estas. Así, lo que se produce es una liberación de energía para poder centrarla en aquello realmente importante.
vía: equiposytalento.com
¿Podría una persona introvertida puede un buen relaciones públicas? ¿O alguien que no es metódico y muy flexible a la hora de planificar su trabajo sería un buen abogado? Conocer tus habilidades te ayudará a saber en qué puesto encajas.
Conocer tu potencial y tus competencias resulta fundamental no sólo para que elijas tu carrera profesional, sino también para reorientar tu trayectoria laboral o adquirir nuevas responsabilidades dentro de tu compañía. Debes realizar un autoanálisis y estudiar lo que demanda el mercado en aquellas posiciones a las que quieres optar. Este proceso se debe centrar en tres áreas: conocimientos, competencias e intereses.
Conocimientos técnicos, capacidad de aprendizaje y facilidad para adaptarse al cambio son algunas de las habilidades que se exigen en cualquier puesto. Así que los profesionales y las empresas deben valorar estas capacidades básicas junto con las competencias naturales para dar con el puesto adecuado de cada uno:
Marketing. Personas creativas y con grandes capacidades emocionales para llegar al público. Son flexibles para adaptarse o anticiparse a los cambios y trabajar en equipo. Tienen grandes dotes de liderazgo y una gran capacidad de aprendizaje para conocer nuevas técnicas y así aplicarlas a sus proyectos.
Área financiera. Ser muy analítico es fundamental, ya que los profesionales que mejor encajan en estas posiciones deben contar con una gran capacidad de planificación y organización. También deben ser personas discretas, pues manejan información de la compañía muy relevante. Además, deben gestionar y controlar las peticiones presupuestales de los responsables del resto de departamentos, por lo que tienen que contar con grandes dotes de negociación y de comunicación.
Recursos humanos. Indicado para personas sociables, elocuentes, diplomáticas y con interés por los demás. Este profesional debe disponer de una visión muy clara del negocio, además de tener, como el responsable financiero, una perspectiva global de la compañía. Al mismo tiempo, la capacidad de liderazgo para gestionar todos los cambios necesarios es crucial. Servirá para que la empresa y sus empleados crezcan de forma equilibrada y satisfactoria.
Comercial. Este perfil depende mucho de la empresa y del producto que vende. Dotes de entusiasmo, de persuasión, de negociación y que toleren la frustración, teniendo muy claros los objetivos que hay que conseguir. Suelen ser buenos estrategas, algo que les permite conocer bien a su público y les dicta cómo llegar a él. También deben saber trabajar en equipo, ya que su trabajo afecta directamente al resto de departamentos.
Puestos técnicos. Aquí los perfiles también dependen del sector y de la empresa. Pero, en general, del mismo modo que se requieren personas expertas en un tema, también es necesario que cuenten con un punto de creatividad para proponer nuevos modelos de los productos o servicios de la empresa.
Y tú, ¿dónde encajas mejor?
vía: emprendedores&empleo.com
La conciliación entre vida profesional y personal es necesaria para todos los trabajadores, ya que les ayuda a desarrollarse en ambas partes de su vida de la misma manera, compartiendo su día a día con diferentes personas y realizando actividades variadas. Estos son algunos de los beneficios que reporta la conciliación:
Conciliar aumenta la productividad. Sentirse quemado en el trabajo hace que nuestro cerebro permaneza en el más absoluto letargo. Por ello, los que aprenden a dejar el estrés de lado y logran equilibrar su vida profesional con la personal son un 21% más productivos.
Reduce la rotación de personal y los costes de reclutamiento. Más del 25% de los empleados que no recibían ningún apoyo para conciliar por parte de la empresa estaban sopesando la idea de dejar su puesto de trabajo dentro de los dos próximos años.
Aumenta el compromiso de los empleados. Si proporcionas a tu equipo un equilibrio justo entre el trabajo y su vida personal ya es un buen punto de partida para atraer y fidelizar este tipo de talento.
Reduce los costes médicos y el absentismo. Aproximadamente un tercio de los trabajadores reportan altos niveles de estrés. Además de ser un factor que puede reducir la productividad y aumentar la rotación de los empleados, el estrés es una preocupación muy costosa para los propietarios de negocios.
Mejora la percepción de la empresa y la marca como empleador. Si tu negocio es conocido por apoyar un equilibrio trabajo-vida puedes estar seguro de que vas a crear una percepción más positiva de tu marca como empleador y, en general, una mejor percepción de su negocio, lo que redunda en una mayor capacidad en atraer y reclutar a los mejores talentos en el futuro.
vía: equiposytalento.com
En nuestro día a día, si queremos avanzar es necesario identificar los posibles problemas que se nos presentan, para así ponerles solución. Según esto, enumeramos algunos de los límites más comunes a la hora de que los trabajadores puedan desarrollar plenamente sus habilidades y competencias:
Jefes que no lideran: Cuando los jefes dejan de lado su labor de guía, más preocupados por otras cuestiones como la obtención de resultados a corto plazo o la gestión del detalle, serán un obstáculo en el desarrollo de su gente.
Falta de objetivos: El establecimiento de metas definidas permite que nuestros esfuerzos se focalicen y sacar el máximo partido de nuestras competencias y habilidades.
Poco autoconocimiento: para desarrollarnos, hay que conocer nuestras propias fortalezas, áreas de mejora, preferencias, etc. Sin sistemas de evaluación de objetivos es muy difícil ayudar a las personas a descubrir su potencial, ya que quedan a merced de tener un buen jefe que sepa identificar esos factores y que les proporcione una retroalimentación constructiva.
Trabajar en proyectos inadecuados: Es muy importante desarrollar la labor profesional en el proyecto o la faceta que mejor se adecúa a nuestro perfil, competencias y conocimientos. Si la empresa no ha identificado previamente muy bien las competencias necesarias para el desempeño de ese puesto, nos arriesgamos a quedar atrapados por un trabajo que no nos permite sacar lo mejor de nosotros mismos.
Falta de comunicación: Es necesario saber cómo estamos avanzando en nuestro trabajo, qué se está haciendo bien y qué aspectos necesitan ser reconducidos, así como encauzar hacia el camino correcto todos los esfuerzos.
Desconfianza: Un clima laboral enrarecido, en el que perdemos la confianza hacia el jefe o hacia los compañeros, puede hacer que acabemos perdiendo también la confianza en nosotros mismos. No es un entorno propicio para el crecimiento.
No adaptarse a los cambios: Las empresas en la actualidad se encuentran en un continuo proceso de transformación y los profesionales trabajan en un entorno de incertidumbre que es necesario saber gestionar. Ser poco flexibles y no estar dispuestos a amoldarnos a las nuevas exigencias harán que nos quedemos atrás.
Poca autocrítica: Los profesionales deben ser más conscientes de sus acciones y del impacto que tienen en sus organizaciones. El error es necesario para evolucionar, y todavía lo es más saber reponerse de las equivocaciones y aprender de ellas.
Falta de compromiso con nuestro propio desarrollo: Nosotros mismos podemos convertirnos en un obstáculo insuperable para nuestro desarrollo profesional porque a menos que tomemos las riendas de nuestra carrera no lograremos llegar muy lejos. La empresa puede y debe ayudarnos y proporcionar medios para favorecer esa evolución, pero en ningún caso se le puede trasladar la responsabilidad de hacer crecer nuestro talento.
vía: ORH.com
Cuando se busca empleo, no hay que olvidarse de cómo influye la forma en la que «nos vendemos». Las nuevas herramientas virtuales ofrecen más posibilidades de auto-promoción, aunque los profesionales deben tener cuidado de no caer en algunas equivocaciones que pueden jugar en su contra.
La construcción de una marca personal se ha convertido en un elemento clave en la búsqueda de empleo y el crecimiento profesional. Saber realzar las virtudes, cualidades y capacidades ofrece al profesional mayores garantías de éxito.
Se pueden diferenciar 5 claves para asegurarse de ser la primera opción de un reclutador en un proceso de selección.
1. Eres el producto. Es necesaria la auto-promoción a medida que uno avanza en su carrera profesional. Como sucede con cualquier producto, si no se pone la debida atención en su comercialización, la gente no conocerá sus beneficios y cualidades. Antes de solicitar un empleo, las personas deben hacer una investigación y conocer su nicho y quién es su público objetivo.
2. Colocarse en el mercado. Cómo lograr llegar al objetivo. Ello implica el perfeccionamiento del producto, así como la estrategia de promoción -cómo conseguir la atención de los reclutadores-.
3. ¿Cuál es tu Propuesta Única de Venta? Es necesario asegurarse de que se tienen todas las habilidades necesarias y entender cuál es la Propuesta Única de Venta. Para ello, no solo está la auto-evaluación y mejora de habilidades, sino también perfeccionar y revisar los perfiles en redes sociales y currículum vitae. Es importante personalizar el CV de acuerdo al trabajo que se solicita.
4. ¿En qué lugares planea uno promocionarse? Hay que pensar en la ubicación privilegiada para el producto que se vende. También puede uno promocionar sus habilidades y experiencia en múltiples plataformas, incluyendo bases de datos de agencias de contratación, bolsas de trabajo, redes sociales profesionales y, de manera personal, por ejemplo, en eventos de networking.
5. ¿Cómo promocionarse? Este es el elemento más importante para construir una marca personal efectiva. Es necesario trabajar el mensaje y ponerlo luego en acción a través de los diversos canales que se encuentran disponibles, lugares ideales para promocionar tu persona, poniendo especial atención en cómo optimizar estas plataformas de promoción. Será clave que el mensaje se ajuste lo máximo posible a la realidad, para evitar uno de los errores más habituales a los que se enfrentan habitualmente los reclutadores: la exageración de la experiencia.
Con el fin de conseguir el trabajo soñado, hay que ser estratégico y proactivo en la búsqueda de empleo. Para ello, es imprescindible el desarrollo de una marca personal. Saber “venderse” y mostrar las cualidades que hacen único a un candidato frente a los competidores será la clave del éxito.
vía: RRHHpress.com