En un mundo cada vez más competitivo, es necesario hacerse notar para alcanzar el éxito.
Hay personas que pasan años «buscando» trabajo, y otras que cuando se quedan sin empleo, de inmediato vuelven a ser contratadas. ¿Por qué ocurre eso? A menudo evocarnos el factor «suerte», pero lo cierto es que, al margen de su influencia —mínima, si la hubiera—, hay una serie de factores que se alinean en las personas a las que les suele ocurrir esto. Se llama actitud.
Actitud es la predisposición con la que afrontamos algo, que además influye (y determina) en el resultado. Con una buena actitud, tienes más de la mitad del camino recorrido para conseguir empleo.
Cuando tienes una actitud positiva, estás abierto a nuevas posibilidades, a nuevas formas, a inventar, crear, probar, hacer. Y esa apertura, por simple probabilidad, se traduce en mayores opciones y mejores resultados.
Somos el resultado de nuestras creencias. Y tus creencias influyen en las posibilidades de que encuentres o no encuentres trabajo. Creencias como «no hay trabajo», «a ver si me sale algo» O «no me van a llamar», están limitando, sin que te des cuenta, tus posibilidades de éxito. Si crees que no hay trabajo, te vas a esforzar menos en conseguirlo, por no llevarte la contraria.
El poder de compra del salario medio en España ha ganado en El último Año un 1% de capacidad de compra, el mejor resultado en seis años, según el monitor de Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, Elaborado por la Empresa de recursos humanos Junto Con Los Investigadores de Barceló y Asociados.
El Monitor de Explica que, por primera Vez desde 1933, el IPC se ha reducido por segundo año consecutivo. El año Pasado se cerro con Una Variación negativa de las Naciones Unidas del 0,6%, Lo Que ha Potenciado La Recuperación del Poder de compra promovida por el ligero Incremento del salario medio, Que se situa en 1.640 euros mensuales.
:: No obstante, en El último lustro se ha acumulado Una Caída En El Poder adquisitivo de la remuneración de los Medios de Comunicación de las Naciones Unidas del 4,5%, Equivalente a 912 euros Anuales Menos.
Con el objetivo de favorecer la competitividad y hacer más atractivo el modelo de empleo indefinido, el Gobierno en funciones considera preciso controlar los costes laborales. En este sentido, expresa su intención de aplicar medidas como rebajas en las cotizaciones empresariales a la Seguridad social durante los próximos meses. Así constan en l Plan Nacional de Reformas (PNR) 2016 que el Ejecutivo ha remitido a la Comisión Europea (CE) junto al Programa de Estabilidad.
En el PNR, el Ejecutivo recuerda que ya se ha introducido una exención en la base de cotización empresarial a la Seguridad Social para las contrataciones que se efectúen hasta el 30 de setiembre.
Así también, las empresas que contraten a alguien de forma indefinida a tiempo completo tendrán una exención de 500 euros en la base de cotización en los próximos dos años (y en empresas con menos de 10 trabajadores se prolonga hasta los 3 años, aunque el última con una bonificación de sólo el 50%).
Via: equiposytalento.com
La falta de transparencia que genera la ausencia de comunicación por parte de las empresas para con sus empleados puede ser un importante obstáculo en la relación empresa-trabajador. Si los empleados no saben lo que pasa en sus compañías se sentirán desplazados y poco valorados, lo que generará desconfianza y, por su parte, no se generará ningún tipo de compromiso con los proyectos que lancen las compañías.
Por el contrario, si los responsables se preocupan por sus empleados, comunicándoles los cambios de primera mano y teniendo en cuenta su opinión, éstos se sentirán integrados y satisfechos, siendo más productivos.
¿CÓMO EVITARLO?
COMPARTE TODA LA INFORMACIÓN POSIBLE. Esto no es otra cosa que tratar a los empleados como personas adultas. Hay que informarles de todo lo referido a la compañía y, si es posible, de otra información que le pueda servir. En los momentos de crisis, con más motivo.
SÉ EL MEJOR EJEMPLO. No hay mejor comunicación que el ejemplo. Si lo que se busca es compromiso por parte de los empleados es necesario que uno mismo se comprometa también. Las personas responsables deben proyectar, como un espejo, las mejores virtudes y valores de la organización
EXPLICAR CUÁL ES LA LABOR CADA UNO. Explicar las funciones y responsabilidades de cada empleado. No hay nada más desmotivador que ignorar cuáles son tus funciones, qué espera la empresa de ti, cuál es tu papel en los resultados de la empresa… En caso de que existan desajustes entre la formación del empleado y la demanda del puesto, propón programas de formación para mejorar sus habilidades. De esta forma, el empleado se sentirá agradecido, mejorará su desempleo e implicación.
NO TODO ES TRABAJO. La empresa no debe olvidar que una persona no solo vive para trabajar, sino que existen muchas facetas que también hay que atender.
vía: ORH.com
Imaginemos un mundo laboral sin jerarquías ni despachos exclusivos, sin interminables reuniones y, por si fuera poco, sin jefes. Bienvenidos a Holacracy, una nueva cultura laboral. El mundo está cambiando, así que es cuestión de tiempo que veamos cómo todo va a evolucionar aún más.
Es un trabajo diversificado donde existe orden y límites, con una persona que evalúa cómo trabaja cada uno de los departamentos de la empresa, pero no les impone nada. No es una falta de autoridad, sino una distribución de la autoridad.
Poner en marcha Holacracy en una empresa supone un enorme cambio cultural, por eso el programa ha funcionado con más eficacia entre compañías pequeñas, más ágiles.
De momento es muy temprano saber si la cultura de trabajo de Holacracy será lo que imperará en los años venideros, aunque ya sea una práctica cada vez más habitual en empresas de la órbita en Silicon Valley. En Europa aún no tienen oficinas pero son varias las empresas que van adaptando el sistema. Francia es el país que abrazó con más entusiasmo la nueva cultura de trabajo.
En España no se conoce una empresa que funcione con el programa, aunque sí ha llamado la atención en especialistas de recursos humanos. Muchos de ellos afirman que es un sistema con grandes virtudes, pero difícil de implementar. Sin embargo, están convencidos de que las organizaciones tienen que cambiar el sistema autoritario porque la gente ya no obedece tanto; los trabajadores respetan a la persona, no al puesto.
vía: elpais.com
Los mejores embajadores para la empresa
¿Qué acciones hemos acometido durante los años difíciles? ¿Cuáles hemos aparcado y cuáles sencillamente han desaparecido del escenario? ¿Qué mensajes hemos transmitido a nuestros empleados y directores? ¿Qué función hemos desempeñado?
Si eres de los que han dedicado todos sus esfuerzos a reducir los costes de personal, acción necesaria cuando están comprometidas las bases de la organización, quizá vaya siendo hora de desempolvar las ideas de retención, crecimiento y motivación de las personas poseedoras del talento que mueve a la empresa.
Ya no es el área financiera quien dirige la empresa, tal y como ha venido siendo necesario estos últimos años. Es el momento de la unión por el crecimiento, por la consolidación, por enfocar el talento en lo que diferencia a la empresa de sus competidores; por contribuir a hacer brillar al cliente, ayudarle a tener éxito… Y es Recursos Humanos quien tiene esa función integradora ya que puede contemplar a la empresa de manera horizontal, no sólo por departamentos o áreas.
La formación como motor del desarrollo
Son muchos los profesionales españoles que no se reciclan. Algunos llevan muchos años en la misma empresa, realizando las tareas de forma rutinaria. Otros en cambio, son más versátiles pero no están actualizados con las últimas tendencias y necesidades del sector. Por otra parte, están aquellos trabajadores que sí desean desarrollarse en otras áreas para poder adquirir nuevos roles y responsabildiades. Pero para ello, es necesario una constante formación y aprendizaje que permita estar estar actualizado, tanto en el sector profesional de la actividad, como en el el entorno de actuación.
En Cisdet – Escuela de Negocios ofrecemos un amplío catálogo formativo en Recursos Humanos, para profesionales que deseen ampliar sus conocimientos o desarollar su actividad profesional en un área nueva.
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Algunas de las preguntas más comunes que se plantea un candidato involucrado en un proceso de selección, son: en qué momento se hablará de las condiciones económicas o hasta qué punto puedo tensar la cuerda a la hora de negociar mis condiciones.
Para contestar a estas cuestiones, el candidato tiene que sopesar claramente cuál es su situación negociadora en cada proceso. No es lo mismo encontrarse en una posición competitiva de poder frente al resto de candidatos o incluso ante la empresa que contrata, que formar parte de un volumen de candidatos similares dónde las pegas o condicionantes, dan paso a la segunda persona en la lista. En cualquier caso, es completamente legítimo negociar un salario en un proceso de selección, pero dependiendo del interés real por conseguir el puesto o el valor que estemos dando a la oferta completa de la empresa, merecerá la pena arriesgarse y tensar la negociación o por el contrario, actuar de forma pasiva y complaciente con la primera oferta que se ponga sobre la mesa.
En estas situaciones negociadoras, funciona de igual forma la ley de oferta y demanda. A mayor número de candidatos disponibles para acceder a un puesto de trabajo, es decir, mayor oferta de profesionales, no sólo aumenta la competencia por hacerse por la posición deseada, sino que además hay más gente dispuesta a hacerlo por menor salario.
Ante esta situación, vista desde el lado del candidato, la posición negociadora aumenta a medida que se tiene más información. Esto es, si existe alguna característica que podría hacer especial mi candidatura sobre el resto de candidatos, si se trata de un proceso de selección que lleva más tiempo de lo normal abierto, de lo que se podría deducir que no se encuentra al profesional idóneo, si nos estamos dirigiendo a una posición dónde ha sido publicada una referencia salarial o si se ha acercado a mí la empresa de forma directa en vez de aplicar proactivamente, etc.
El 29,2% de los candidatos españoles que han participado en algún proceso de selección incluyen algún enlace en el currículum a sus redes sociales.
La mayoría hace referencia a su perfil en LinkedIn, un 67,7%, mientras que el resto de plataformas son usadas por una minoría. Es el caso de Twitter, solo tenido en cuenta por el 14,7% de los candidatos. En la misma línea se encuentran los blogs, que únicamente aparecen en el 10,5% de los currículos, muy similar a Facebook, que se queda en último lugar, con un 10,2%.