La última reforma laboral, en vigor desde el 12 de febrero de 2012, cumplirá esta semana su segundo aniversario, con un balance sobre el paro y el empleo que algunas entidades han calificado de «poco alentador». El Gobierno, por su parte, asegura que es ahora, cuando la economía española está empezando a remontar el vuelo, cuando comenzarán a notarse con mayor intensidad los efectos de esta norma en el mercado laboral.
A cierre de enero de 2012, apenas unos días antes de que la reforma laboral iniciara su andadura, había 4.599.829 desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo. Dos años después, los registros del antiguo Inem contabilizaban 4.814.435 parados, lo que supone 214.606 parados más (+4,6%).
En estos dos años, la cifra de afiliados medios a la Seguridad Social se ha reducido en 769.627 personas, un 4,5%, hasta situarse en 16.176.610 cotizantes al finalizar enero de 2014. Por su parte, el número de afiliados extranjeros se ha reducido en este periodo en 175.365 cotizantes (-10,4%), lo que ha situado el total de inmigrantes inscritos en la Seguridad Social en 1.514.821 afiliados, su cifra más baja en años.
Atendiendo a los datos que ofrece trimestralmente la Encuesta de Población Activa (EPA), los resultados también son negativos en paro y ocupación. Cuando arrancó la reforma laboral, el número de desempleados EPA era de 5.273.600 personas (dato correspondiente al cuarto trimestre de 2011). En el mismo trimestre de 2013, la cifra de parados ha alcanzado los 5.896.300, esto es, 622.700 desempleados más que dos años antes (+11,8%).
La tasa de paro existente al inicio de 2012 era del 22,85%, según la EPA. Dos años después se ha situado en el 26,03%, es decir, 3,18 puntos por encima. Asimismo, entre el cuarto trimestre de 2011 y el mismo trimestre de 2013, la economía española destruyó 1.049.300 empleos, un 5,9%, hasta situarse el número de ocupados en 16.758.200.
Ahora empezaran a apreciarse los efectos, según el Gobierno:
El contexto económico en el que se aprobó la reforma laboral no es el actual, razón por la que el Gobierno esgrime que ahora es cuando más comenzarán a apreciarse sus efectos.
Al finalizar 2011, poco antes de la entrada en vigor de la reforma laboral, la economía española acababa de entrar en recesión y mostraba caídas del PIB del 0,4% en términos trimestrales y del 0,6% en valores interanuales. Dos años después, la economía española ha retornado a tasas positivas trimestrales, con un crecimiento del 0,3%, aunque sigue en tasas interanuales negativas (-0,1%).
Moderación de los sueldos pactados en convenio:
En materia salarial, donde el Ejecutivo observa un impacto positivo de la reforma laboral, se aprecia una moderación notable de los sueldos pactados en convenio durante los dos últimos años. Así, mientras que 2011 se cerró con una subida salarial media del 1,98%, en 2013 los salarios han crecido una media del 0,57%.
Los sindicatos achacan esta moderación en los sueldos de los trabajadores al acuerdo de convenios que firmaron con CEOE y Cepyme para el periodo 2012-2014, aunque reprochan a Gobierno y CEOE que no hayan controlado los precios públicos y los beneficios empresariales.
Además, las centrales sindicales se quejan que los salarios no se han visto sólo moderados, sino también devaluados, pues los sueldos reales han bajado y los costes salariales se han reducido más de un 9%, minando el poder adquisitivo de los trabajadores.
De hecho, según la tercera entrega del ‘Observatorio de Seguimiento de la Reforma Laboral’, la reforma laboral ha permitido a las grandes empresas bajadas medias de sueldo del 10%.
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