Para hacer que un currículum llame la atención no hace falta cargarlo de palabras y frases rimbombantes, ni dar información excesivamente detallada. A la vez que nosotros pensamos que ciertas palabras o frases pueden ayudarnos a parecer mejores, otras mil personas están pensando lo mismo mientras elaboran su currículum. Por ello, te diremos cuáles son algunas de esas cosas que muchas gente pone y que hay que evitar utilizar.
¡No queremos que tu currículum acabe en el montón de los descartados!
- «Busco desarrollarme como profesional» Evidentemente, si estás buscando un trabajo, es porque quieres desarrollar tu carrera profesional. Pero, ¿qué es realmente lo que buscas? Si quieres hablar de crecimiento profesional, especifica en qué quieres especializarte o qué es lo que quieres aprender. Fija un objetivo, «desarrollarse como profesional» quiere todo el mundo.
- Capacidad de liderazgo. Demuéstralo. No sirve de nada que pongas que tiene capacidad de liderazgo si resulta que hasta el momento nunca has tenido personal a tu cargo. «¿De quién eras líder entonces? ¿Cómo sabes que tienes esa capacidad?», se preguntarán los reclutadores. Piensa las cosas antes de ponerlas y sé coherente.
- Experiencia de X años Puedes llevar un siglo trabajando en un sector, pero al reclutador lo que le interesa saber es qué has aprendido a hacer durante todo ese tiempo. No calcules tu valía en años, calcúlala en conocimientos. No digas cuántos años llevas haciendo lo mismo, cuenta qué es eso qué has estado haciendo y que tan bien sabes hacer.
- Orientado al logro/a resultados. Puedes estar todo lo orientado que quieras, pero a un reclutador lo que le interesa es si alguna vez conseguiste realmente resultados. No utilices esto a modo de adjetivo como si fuera una cualidad propia, facilita datos y preséntalo como un logro real. Por ejemplo, cuenta aquella vez que conseguiste que aumentara el porcentaje de venta.
- Exceso de información personal. A menos que te lo exijan, no es recomendable poner datos excesivamente personales como son por ejemplo tus hobbies o intereses fuera del ámbito profesional. En cuanto a los datos de contacto, con un teléfono y un correo electrónico basta. Por ejemplo, poner tu dirección puede cerrarte puertas aunque estés dispuesto a desplazarte.
- Explicar situaciones negativas de las que salimos airosos. Aunque aquella vez que conseguiste no perder a unos clientes fuera toda una gesta, no es recomendable que lo cuentes todo. Hay que destacar siempre lo positivo, así que no relates cómo estuviste a punto de perderlos, menciona cómo lograste conquistarlos.
Vía: Forbes.es
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