Cada año, millones de españoles durante la noche de fin de año se proponen iniciar cambios en sus vidas. Queremos mejorar nuestras relaciones, nuestros ingresos, dejar de fumar, perder peso, hacer ejercicio, beber menos, empezar a estudiar… Si eres de los que cada año se hace los propósitos, es probable que estés repitiendo una y otra vez los mismos. Es decir, que año tras año te propongas las mismas cosas solo para darte cuenta al final que no las has cumplido y las vuelves a proponer al año siguiente.
Los expertos en motivación nos recomienda los siguientes pasos para cumplir de verdad los propósitos:
1. Apunta tus objetivos. Si no tienes la disciplina de escribir tu objetivo, ¿cómo quieres tener la constancia para ejecutarlo?
2. Escribe por qué esta conducta es importante para ti. Determina qué ventajas conllevan tus propósitos para ti y piensa en el impacto positivo que van a tener cuando los consigas. Imagina la cara de tus amigos, de tus familiares, cómo te vas a sentir tú cuando lo tengas, cuánto se van a alegrar tus allegados…Según el investigador americano Icek Ajzen existen 3 factores importantes para realizar propósitos:
3. Convierte tus propósitos en imágenes, dibujos y frases muy atractivas. Haz un collage con lo que te has propuesto. Solamente escribir un propósito no es suficiente atractivo para empezar todo el trabajo que supone tener que cambiar conductas. Necesitas algo más emocional, algo así como si fuera una foto de tu futuro ideal y «ver» aquél estado que te está esperando. Cuando lo tengas hecho, lee tus propósitos y mira tu collage cada día.
4. Determina tu conducta deseada: qué tienes que hacer. Este es un paso esencial, sin cambios en tu conducta no vas a conseguir nada. Esta es la parte difícil, la prueba de si vas a convertir tus propósitos en realidad. Determina de qué forma vas a actuar para iniciar el camino. ¿Qué es lo que tienes que hacer? ¿Cuántas veces? ¿Cómo vas a planificar tus semanas? ¿Qué días a la semana y que horas al día vas a dedicarle a la conducta nueva? Se lo más concreto y específico posible.
5. Preparación de momentos difíciles. Determina con antelación qué situaciones van a dificultar mantener tu conducta deseada. La mayoría de las personas que empiezan una dieta la dejan en un momento difícil. Puede ser un momento en el que te sientes solo, cansando o has tenido un problema en el trabajo, en casa etc. Y te convences que ahora no es el momento de seguir con el propósito.
Es decir, ya sabes o puedes imaginar con antelación situaciones que te van a poner a prueba. Establece previamente cómo quieres actuar en momentos difíciles y cómo vas a actuar. Por ejemplo, quizás debes comer algo antes de ir a esa cena copiosa, o puedes beber un refresco light en vez de algo que lleve alcohol, avisar a tus amigos con antelación que no quieres fumar, etc. En realidad, ya sabes las situaciones que te han dificultado en anteriores ocasiones mantener tu propósito, así que determina una conducta alternativa por si te vuelve a pasar.
6. Tener un plan B. Si un día te has recaído y no has cumplido con tu propósito, no pasa nada. La inmensa mayoría es demasiado exigente consigo mismo. Nos sentimos tan mal si pecamos o caemos una vez, que pensamos que hemos fracasado totalmente: «Ves, ya sabía que lo de dieta no era nada para mi… es que no tengo fuerza de voluntad». Y entonces automáticamente decides que, como has recaído, ya no puedes volver a levantarte y te instalas en tu conducta anterior. Las pocas personas (19%) que consiguen cambios duraderos, es decir, más de dos años, en su mayoría han tenido una o varias recaídas en su conducta anterior y además forma parte del proceso.
7. Pregunta a tus amigos si te quieren ayudar. Asegúrate que puedes llamarles si pasas un momento difícil en ese proceso para que te puedan apoyar. El hecho de sentir la responsabilidad de no defraudar a tus amigos suele ser un pilar grande de apoyo. Si quieres ir un paso más allá, a lo mejor puedes proponerles realizar los propósitos juntos y animaros a cumplirlos.
8. Date recompensas durante el camino. Por cada pequeño paso positivo que has dado, date una pequeña recompensa. Muchos de los cambios importantes que queremos conseguir son trayectos a medio o largo plazo. Casi todos los propósitos que son importantes requieren un esfuerzo durante mucho tiempo y es importante celebrar los pequeños logros durante el camino. Si por ejemplo quieres perder peso, puedes comprar ya alguna prenda de tu talla deseada, para que sientas que te está esperando al final del camino. Si llevas una semana sin fumar, regálate algo, date algún premio. Así, tu cerebro vincula placer y positividad con los cambios que estás iniciando en lugar de solamente sufrimiento por lo que has tenido que dejar atrás.
Vía:EquiposyTalento
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